"60.000 Marcos es lo que nos cuesta este discapacitado a lo largo de su vida. Este dinero es tambien vuestro”.



Este blog quiere ser un medio de información y sensibilización para todos los profesionales de la salud y cualquier persona interesada en los desmanes realizados por médicos y otros profesionales durante la era nazi.




domingo, 26 de diciembre de 2010

Colonialismo. Racismo. Nazismo.

El siglo XIX vivió el máximo apogeo de los imperios coloniales. Un puñado de países se creía con el derecho de mandar en el mundo, imponer su cultura y aprovecharse de las personas y bienes de ciertos territorios. Era el momento del racismo biológico, todo ello generado desde las doctrinas eugenistas que proclamaban: “la mejora selectiva de la raza humana para evitar su degeneración y ulterior desaparición”.
 
Las colonias supusieron un laboratorio en el que poder experimentar diferentes medidas. Concretamente en la colonia alemana de Namibia se prohibieron los matrimonios entre blancos y negros.  Se pensaba que la raza podría ser así cada vez más débil y degenerar. Eugene Fischer, médico y  antropólogo, publicó estudios en los que defendía la supremacía de la raza blanca y la necesidad de su pureza con el fin de evitar la degeneración. Fue autor de una obra titulada: “Los bastardos rehoboter y el problema del mestizaje en seres humanos” (los rehoboter eran un pueblo mestizo de lengua afrikaans hijos de mujeres hotentote y europeos). Fischer estudió la herencia de los caracteres raciales en seres humanos según las leyes de Mendel.  Este libro y otros como: “Enseñanza de la Herencia Humana y de la Higiene Racial”, cuyos autores además de Fischer fueron Lenz y Baur, fueron  obras de cabecera de Hitler mientras cumplía pena de prisión en Landsberg a causa de un frustrado golpe de estado. Fischer además estableció que la tribu de los herero, en las colonias alemanas de África, no eran personas, sino animales. En Namibia ya se establecieron campos de concentración dónde fueron confinados esas tribus.
 
Eugene Fischer
Posteriormente E. Fischer fue Director del Instituto Káiser Guillermo de Antropología, Herencia Humana y Eugenesia.Tanto a partir de las obras de Fischer como de otros eugenistas como Ploetz, Rudin y Gobineau se fue dando forma a una seudociencia biológica que trataba de legitimar la solución biológica (esterilización, prohibición de uniones mixtas primero y asesinato después) a diferentes cuestiones sociales como la diversidad, diferencia, enfermedad. Si en siglos anteriores el colonialismo y el racismo tenían un componente religioso, en los últimos años del siglo XIX y principios del XX se constituyen  en un fenómeno biológico para posteriormente pasar a ser una cuestión  cultural.
Decía Fischer: “Sin excepción, cada persona europea que ha asimilado la sangre de razas inferiores ha pagado por esta absorción de elementos inferiores con degeneración intelectual, espiritual y cultural…"  Las ideas de Fischer y otros eugenistas sirvieron para la promulgación de las Leyes de Núremberg, y otras dónde se prohibieron los matrimonios mixtos, y se tomaron medidas excluyentes con judíos, enfermos y diferentes. El objetivo era como siempre “que la raza alemana no degenerara” y para ello había que evitar el contacto con todo lo degenerado.
El final de las teorías racistas, eugenésicas, excluyentes y totalitarias es ya conocido. Millones de personas (enfermos, niños nacidos con malformaciones, discapacitados, judíos, homosexuales, gitanos, y opositores) pagaron con su vida el “ser diferentes”.
Recientemente en EL PAÍS se ha publicado un artículo acerca de las ideas ce ciertos dirigentes de la colonia española de Guinea Ecuatorial. Sus teorías en poco diferían de las de los anteriores. Según se refiere en el artículo se realizaron investigaciones con el fin de probar la inferioridad de los ecuatoguineanos y así negarles el acceso a la educación.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Los Einsaztgrüppen

Un episodio poco conocido de la II Guerra Mundial fue la matanza de más de 1.600.000 judíos en zonas de Ucrania, Bielorrusia, Polonia y las Republicas Bálticas. Además de a judíos se exterminó a intelectuales, médicos, abogados, concejales y todos aquellos que podían suponer un estorbo para la nueva sociedad. El funcionamiento de los Einstazgrüppen era relativamente sencillo. Llegaban a un pueblo, identificaban y aislaban a los judíos,  posteriormente eran llevados a las afueras del pueblo, eran obligados a cavar una fosa y tras ello asesinados a balazos.

Recientemente se ha llevado a cabo en Madrid un seminario internacional (ver noticia) que ha contado con la participación del Padre Patrick Desbois y de su organización Yadad In Unum. Ellos localizan las fosas, hablan con los testigos e intentan que la memoria no se pierda y que dicho enterramiento y la barbarie allí cometida sea recordada por las generaciones futuras. 
En el  seminario además de representantes de Yahad In Inum participaron responsables de los Museos del Holocausto de Washington, Auschwitz y Berlín.
En otro momento se abordará en el blog este tema con más profundidad, así como el papel jugado por los médicos en las Einsatzgrüppen en Polonia (Batallón 101).

¿Nazismo y ecología?

Es sorprendente la cantidad de relaciones que se pueden establecer entre el nazismo y la ciencia, la medicina, la biología.


Puede sorprender incluso una mentalidad “ecológica” como otro componente en la ideología nazi. El nazismo además de ser una doctrina excluyente, totalitaria, xenófoba, racista, antisemita era también una doctrina nacionalista y populista. El volkismo, otro ingrediente ideológico del nazismo (wolkismo-völkisch) propugnaba una vida armónica con la naturaleza, una recuperación de los paisajes alemanes y de una que había nacido de los bosques umbríos y misteriosos, con restos de ruinas de castillos, propios de los héroes y de las operas de Richard Wagner. Las mujeres deberían vestir trajes regionales y era mejor vivir en el campo que en la ciudad. En los desfiles nazis se exhibían trajes y armaduras medievales dentro de una escenografía mitológica germana. En el siguiente fragmento de la película de Leni Riefenstahl, La fuerza de la voluntad, se ilustra y exalta ese movimiento popular.


Incluso se sugería que las casas tenían que tener el tejado a dos aguas, ¿dónde se había visto que una casa alemana tuviera un tejado plano como las que se diseñaban desde la Bauhaus? Eso no era una casa alemana, eso era “arquitectura degenerada”. Se quería repoblar con árboles las grandes estepas conquistadas a polacos y soviéticos como una vuelta al ideal de paisaje alemán y también para dificultar el paso de tanques desde el Este de Europa. Se quería quitar las plantas débiles y raquíticas y sustituirlas por árboles fuertes (igual que en la sociedad humana, extirpar a todos los diferentes y “debiles” y sustituirlos por una raza fuerte.

Cruz gamada enn Zernikow
Incluso como un regalo de cumpleaños a Hitler se plantaron alerces en Zernikow en el estado de Brandenburgo. Cada año en otoño y primavera cambiaban de color y permitía desde el aire ver una gran cruz gamada (Hakenkreutz).
Durante años permaneció como algo desconocido, pero año tras año volvía a ser visible desde el aire. Fue en el año 2000 cuando las autoridades alemanas a raíz de conocer el hecho procedieron a la tala de esos árboles.
Se enseñó a los niños a cultivar y recolectar plantas medicinales. Por un lado era sano el ejercicio al aire libre, y por otro se podrían ahorrar recursos derivándolos hacia otro tipo de investigación. Sí no se gastaba en medicamentos porque podrían servir las plantas, esos recursos se emplearían en otras cosas (Ver Robert Proctor. Nazi War on Cancer). Recordemos que Heinrich Himmler era agrónomo. En el campo de Dachau funcionó una verdadera explotación de hierbas medicinales y especias.

Heil Göering. Se prohibe la vivisección

Se dictaron leyes que protegían a los animales de los excesos de la experimentación médica. Se prohibieron vivisecciones de animales. Se establecieron penas para los investigadores que hiciera sufrir a los animales (Seidelman WE. Lancet. 1986 May 24;1(8491):1214). El problema es que a judíos, enfermos, niños nacidos con malformaciones, discapacitados, homosexuales, no se les consideró como personas y los animales dispusieron de mejor trato.

Querían una nueva sociedad.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Las Células de Clara. Un nuevo epónimo relacionado con la medicina nazi a desterrar del lenguaje médico.

Max Clara
En un post previo de este blog se trató el tema de los epónimos médicos. Los epónimos son nombres propios con los que los médicos nombramos una enfermedad, un signo, un síntoma, un hallazgo o una maniobra concreta. Los epónimos honran a esos médicos que se distinguieron en el estudio de diferentes enfermedades.
Pero hay epónimos que recuerdan a médicos que tuvieron comportamientos indignos. Los casos más conocidos son los de Reiter, Hallervorden y Wegener. Es posible que las acciones execrables que pudieron cometer sean total y absolutamente ajenas al mérito de los descubrimientos por los que los recordamos, pero ¿qué hacer entonces? ¿seguir utilizando los epónimos? ¿sustituirlos por descripciones de las enfermedades, p. ej artritis reactiva en vez de Sindrome de Reiter? ¿O utilizar dichos epónimos para recordar en ese momento que esos médicos tuvieron comportamientos inadecuados con las personas?.
Uno de los motivos que se han podido esgrimir para no retirar del lenguaje médico ciertos epónimos es que el descubrimiento o descripción del síntoma o enfermedad no fue contemporáneo con la implicación del autor en el nazismo. Recientemente se ha publicado un estudio sobre la figura de Max Clara (1899-1966) descubridor de las así denominadas “Células de Clara” (Winkelmann A, Noack T. The Clara cell: a ”Third Reich eponym”? Eur. Respir. J 2010; 36: 722-727. Estas células secretoras sin cilios, están ubicadas en el epitelio bronquiolar. Una proteína celular (CC-10) ligada a esas células podría ser un marcador clínico de enfermedad pulmonar. Según se refiere en el estudio el aislamiento e identificación de dichas células se produjo en 1937 a partir de cuerpos de ejecutados especialmente preservados mediante sustancias tras su muerte para facilitar el estudio. Los cadáveres procedían de la prisión de Dresden. Sería así el epónimo “Células de Clara” el único cuyo origen se produce como consecuencia de una actuación médica dentro del régimen nazi.
Célula de Clara
Fue una constante durante el nazismo la utilización de cadáveres procedentes de personas que habían sufrido la pena capital por su oposición al régimen nazi. Asimismo se dispuso para el estudio y experimentación de cadáveres y órganos procedentes de cautivos de los campos, o de enfermos asesinados en la T4 Aktion, tanto niños como adultos. Según se refiere en el artículo, Clara no sólo se limitaba a recibir los cuerpos sino que exigía que los mismos no fueran entregados a los familiares de los fallecidos y así disponer de ellos sin ninguna limitación. Incluso sugería o tal vez se hizo, que se experimentara con los cadáveres y que luego estos fueran entregados a la familia convenientemente preparados, y sin los órganos, que pasaban a ser objeto de estudio. También en el artículo se refiere que hubo ejecuciones programadas de prisioneros obligados a ingerir vitaminas con el fin de luego analizar la distribución de dicha sustancia en sus organismos.

Se añade así a la lista de epónimos un nuevo nombre de médico a desterrar de nuestro lenguaje diario
Se ha sugerido cambiar el nombre de Células de Clara por el de célula exocrina bronquiolar o club cell. Aconsejamos al lector la lectura del siguiente artículo sobre epónimos médicos en el nazismo. A unos hay que seguir honrándoles y a otros hay que recordarles no por sus aportaciones sino por las acciones que llevaron a cabo y que nos producen vergüenza absoluta como médicos y como personas.

martes, 7 de diciembre de 2010

Intrumentos ginecológicos utilizados en Auschwitz por los médicos nazis (II)

En una entrada anterior se recogió la noticia acerca del descubrimiento de instrumentos utilizados por los médicos nazis en experimentos realizados sobre prisioneros en Auschwitz
Dichos instrumentos van a ser restaurados y expuestos en el museo. En las fotos se pueden apreciar forceps, sondas de dilatación de cuello uterino, y legras. Se ha sugerido en repetidas ocasiones por los expertos que estos instrumentos podrìan haber sido utilizados por Carl Clauberg.
Es dramático contemplar esos instrumentos utilizados para hacer el mal.



     
Para conocer más acerca de los aspectos obstétricos ginecológicos en el nazismo remitimos al lector al siguiente artículo. No olvidemos la importancia dada  a los temas ginecológicos y raciales. Se trataba por todos los medios de exterminar a los inútiles y subhumanos con vidas indignas de ser vividas. Se favorecía el aborto y la esterilización en unos y se prohibía y fomentaba la reproducción en otros. Los experimentos de Clauberg y otros buscaban la forma más sencilla, rápida y "eficiente" de esterilizar a miles de personas.